La familia política: hazte querer
septiembre 27, 2018 8:06 am Por Prince Martínez / Artículo de La.Familia
Recuerdo que al hacer las entrevistas a los padres de los nuevos alumnos y pedirles que describieran brevemente su familia, muchos se referían a su familia de origen, número de hermanos, lugar donde habían crecido… Les dejaba terminar. De inmediato les hacía caer en la cuenta que ellos dos formaban una nueva familia, cuyos orígenes habían descrito pero era este el momento de “su familia.” Nunca faltaron las risas y apuntes graciosos que aterrizaban su realidad.
Ya habían pasado varios años, eran padres de un niño(a) en edad escolar y todavía venía a su mente, como primera referencia, la familia de origen antes que la suya propia. ¿Es natural que esto suceda? Sí.
Era aquel un buen momento para reflexionar sobre el mandato evangélico: “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” Mateo: 19:5
La familia política
Hoy vamos a pensar sobre esa relación con la familia del otro. Lo primero que se me viene a la mente es la palabra “suegra”, ¡ni siquiera “suegro”! Se ha generalizado que la suegra es sinónimo de entrometida, alguien que se debe tener bien lejitos. Los chistes son innumerables. El tema es un paradigma social irreversible.
Más de una vez se me ha solicitado que escriba cómo debe ser el comportamiento de una suegra y viceversa, el de una nuera. Me pide una suegra: “Escribe, escribe, cómo se debe respetar a las suegras”.
Regla de oro
Una de las reglas de oro es comprender que uno, sea nuera o yerno, suegra o suegro, se convierte en la persona que se debe hacer querer, pues al hijo o a la hija ya se le quería.
Aquí vale la pena destacar lo que hay en el canto de la cabuya de parte y parte. La mamá de varones, tiene que aceptar que su nuera tirará más para la casa de sus papás, confiará más en su mamá que en su suegra, estará más a gusto en medio de sus hermanos y tíos y disfrutará más del ambiente donde creció. Por otro lado, el hombre añorará los sabores de la cocina de la casa de la mamá.
Anécdotas para aprender
Aquí un apunte de Gina, sobrina política, a quien su marido Joaquín, le reclamaba, al saborear una gelatina, el punto exacto de la textura de la gelatina que al llevársela a la boca le producía un no se qué, ¡que ni él mismo podía explicar! Y eso lo lograban en la casa de su mamá. Hasta que Gina decidió que la gelatina se la hicieran en casa de su suegra. Asunto arreglado.
Hablando del tema, me cuenta Eva María, que cuando se casó, entre los regalos que recibió, había un cuaderno de puño y letra de su suegra con las recetas de los platos que más le gustaban a su hijo Carlos. Suegra sabia.
Y no puedo dejar de mencionar el consejo que una vez le oí a Clara Victoria: “Una suegra debe tener siempre la cartera abierta y la boca cerrada.”
Cada uno de los cónyuges aportará a ese nuevo hogar los valores de su familia de origen que deben aprender a conjugar para formar una nueva familia donde resplandezca lo mejor de cada uno.
Consejos prácticos
1. Las dos por igual
Valora a las dos familias de origen por igual, porque son las raíces de la persona que queremos.
2. Evita comparaciones
Nunca critiques, ni faltes al respeto y menos insultes a tu familia política. Romper relaciones: ¡Jamás! Evita las comparaciones: somos diferentes, no mejores ni peores.
3. Valora, disfruta
Valora a cada miembro de tu familia extensa y elige como disfrutar de su compañía.
4. Perdona y pide perdón
Los conflictos pueden llegar, hablarlos para solucionarlos. Pedir perdón y perdonar es un triunfo mayor que estancarse en el rencor.
5. Tú tampoco eres perfecto(a)
La familia es un regalo, son los cimientos de nuestra vida, así que aunque las relaciones no sean como nos gustaría, hay que dedicarle tiempo a escuchar, cuidar, aceptar, perdonar y disfrutar. No son perfectos, pero nosotros tampoco, gracias a Dios.
Tulia Martínez de Barrios, más conocida como “La Prince” es Orientadora Familiar de la Universidad de la Sabana y Universidad de Navarra (España). Fundadora de los colegios de la Asociación para la Enseñanza, Aspaen en Cartagena, Colombia. Asesora y consultora en temas de dirección, administración y gestión de la educación.
Foto: Freepik
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